El pasado domingo 3 de abril se realizo en la población de San Juan de Sumapáz, el lanzamiento de los libros “Sembramos la palabra”, “Cosechamos la memoria”, realizados por la corporación el Roble y que contaron con la participación de campesinos oriundos del territorio sumapaceño, quienes vivieron en carne propia las luchas agrarias que se desarrollaron en el Sumapáz en los años 30 y que posteriormente tuvieron que enfrentar las agresiones cometidas contra los campesinos organizados en la época de la violencia partidista, la cual sembró de terror y muerte los campos de Colombia.
Al evento asistieron campesinos sumapaceños, así como personas de la “Bogotá urbana” (como la llaman los campesinos del Sumapáz), interesados en conocer de cerca los procesos organizativos que se tejen dentro del campesinado sumapaceño, que ve con preocupación las intensiones del gobierno nacional y de varias multinacionales de explotar los valiosos recursos hídricos y minerales que en este paramo son muchísimos, por lo que los campesinos buscan constituir una zona de reserva campesina para hacer frente al mal llamado “desarrollo” impulsado desde las políticas gubernamentales contrarias a la soberanía nacional y a la vida misma de los pobladores de los territorios que se buscan explotar.
En el evento, además del lanzamiento de los 2 libros (que cuentan relatos de la resistencia y la lucha que han caracterizado a los campesinos del Sumapáz desde las luchas agrarias del 30 en adelante), conto con presentaciones musicales de agrupaciones de estudiantes bogotanos de distintas tendencias musicales, así como las presentaciones de músicos populares originarios de la región del Sumapáz, realizando así un intercambio necesario entre los que habitan la ciudad y quienes habitan y luchan en el campo, ya que muchas veces los primeros desconocen o ignoran lo que acontece en las regiones apartadas y olvidadas por el gobierno.
Con el lanzamiento de estos libros se busca reivindicar la memoria y las luchas de aquellos que lo dieron todo por la libertad y la dignidad de los campesinos sumapaceños, con la intención no solo de hacerles un sentido homenaje, sino abonando las semillas de lucha que requiere el Sumapáz en estos momentos de exacerbación de megaproyectos lesivos para la gran mayoría de colombianos que habitan en las zonas rurales de nuestro país.
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